domingo, 6 de octubre de 2013

Hazme un instrumento de tu paz

En esta segunda entrega, pensé no escribir sobre temas religiosos, pero al acudir a una hermosa misa el viernes, en la iglesia de Santa María de los Ángeles en Bogotá, y por coincidencia, pues no acudo a misa todos los días, preciso fui en la fiesta de San Francisco de Asís, y primer viernes de mes. El padre en su homilía, nos contó la historia de San Francisco, quien siendo fraile en 1216, en una visión y al preguntar a Dios como podría servirle, este le contesto: "repara mi iglesia".  Esta capilla es la de Nuestra Señora de los Ángeles (vaya coincidencia con la que yo visite), llamada Porciuncula, que significa "pequeña porción".

Inicio mis reflexiones. El Santo Padre, Francisco, creo que ha asumido el papel, similar al de San Francisco de Asís, de reconstruir la iglesia de Dios. Y estoy convencido, que si en Colombia queremos lograr la paz, cada uno de nosotros, tiene que asumir el rol de Francisco y reconstruir su iglesia, es decir, reconstruirse a sí mismo. Esa es nuestra tarea. En lo individual e iniciando por casa, debemos reconstruirnos y ser el mejor ejemplo para nuestros hijos.  Y no olvidemos que San Francisco reconstruyo la iglesia llamada "Porciuncula", pequeña porción. Y es que los grandes cambios de la humanidad, sólo se logran por los cambios de las pequeñas porciones.  Ahora introduzco una reflexión ética, y creo que debemos pasar de pertenecer a una sociedad, con una ética representativa, en la que siempre nos justificamos esperando que otro sea el que asuma la responsabilidad, el alcalde, el presidente, el jefe, el profesor, el consejo de administración, a una ética participativa, en la que seamos nosotros quienes conscientemente entendamos que nuestra vida es únicamente nuestra responsabilidad y pasemos de un modelo de víctimas, a uno de protagonistas y asumamos incondicionalmente la responsabilidad de "reconstruir la iglesia".

Al igual que nuestro Santo Padre Francisco, quién se reconoce como un simple pecador más, reconstruyamos la iglesia, pero desde la humildad de un simple pecador. Finalmente, un regalo hermoso y digno de reflexión en cada palabra, desde Sabaneta, este video de Hazme un instrumento de tu paz, http://youtu.be/qrzPvh4q0ig

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