martes, 28 de junio de 2022

Viviendo la vida al revés

Aun cuando no me terminó resultando claro si Quino fue quien escribió "la vida debería ser al revés", me inspiré es ese texto para compartir este ensayo de hoy.

Tal como lo propone el escrito, me hubiese gustado empezar muriendo para superar ese trauma, pero la verdad es que en la medida en que se acrecienta mi fe, he ido entendiendo nuestro paso temporal por la tierra y nuestra búsqueda de la salvación como fin último. Esto nos permite ver la muerte como una celebración al culminar una etapa y teniendo la esperanza de la vida eterna.

Luego me debería haber despertado en un geriátrico mejorando mi salud día a día hasta que me sacaran del sitio por estar saludable y enseguida debería cobrar mi pensión. 

Posteriormente debería y así lo hice, y es aquí donde mezclo las temporalidades de vivir al revés con la de vivir como vivimos, trabajar por 35 años hasta ser suficientemente joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral.  Y es así como siento que viví al revés esa etapa de mi vida, la etapa del Corporativo. Cuando estaba viejo (es decir al inicio de mi actividad profesional) tuve la oportunidad en Carvajal, de aprender por más de 8 años, del oficio que es necesario en la mayoría de carreras, el ser vendedor y en la que personas como Jorge Pinto me marcaron el camino. Luego a los 28, en un acto de irresponsabilidad para quienes viven la vida al derecho, me nombraron a la cabeza de una de las empresas del entonces llamado Grupo Santo Domingo, el conglomerado más importante en Colombia en los años 80, donde aprendí a gestionar el poder y la política. Tal ves Augusto López conocía la idea de vivir la vida al revés y por eso me escogió para el cargo. Luego disfruté del aprendizaje multicultural y de las responsabilidades regionales, sirviendo y entendiendo la cultura holandesa en Getronics, donde me inicié en el mundo del outsourcing,  la americana en la EDS de Ross Perot, en la que también aprendí a construir relaciones de por vida a nivel ejecutivo como la que desarrollé con Dionisio Romero, el empresario más fuerte del Perú, y a estructurar los mega negocios que implican pensar en grande. De EDS me llevé aprendizajes de personas como José Diaz-Barriga y también la fortuna de haber tenido como coach a Fred Koffman, quien con su Metamanagement me transformó la vida, convirtiéndome en protagonista de mi destino con la responsabilidad incondicional que eso implica. Por el lado americano disfruté también seis años en Unisys, donde vendimos proyectos de decenas de millones de dólares a clientes como Ecopetrol y donde hasta estructuramos la privatización de un aeropuerto y la segunda fase de transmilenio. 


De una manera diversa y ecléctica, también tuve la oportunidad de estar del otro lado de la mesa, es decir no del lado consultor, sino del lado de quien tiene la necesidad, en compañías como Celumovil en la que desarrollamos la telefonía celular en Colombia con María Cristina Mejía, también en la surafricana SABMiller en la que protagonicé la mayor transformación digital hasta la fecha, un proyecto de cerca de 3.000 millones de dólares y en el Banco Caja Social donde aprendí a operar un banco, pero también diseñé su transformación digital. En Caja Social experimenté que lo relevante no era la transformación del modelo operativo, que es aquel componente duro, que yo llamo el "ellos" y que lo componen los procesos, la organización y la tecnología. Con la ayuda de la Vicepresidente de Estrategia, descubrimos que era más relevante transformar la cultura, el "nosotros", pero finalmente entendí que había que transformar el "yo" para poder cambiar la cultura. Así, comprobé que el tema solo lo puede hacer cada persona quien libre y voluntariamente decide cambiar sus modelos mentales e instaurar algunos como los de responsabilidad incondicional, el de la actitud de aprendiz y algunas competencias emocionales, para modificar sus comportamientos y lograr así acciones basadas en los valores, ser auto reflexivos y más habilidosos comunicacionalmente, pues la mayoría de nuestros problemas en la vida son de comunicación. Así se logra hacer personas integradas, efectivas, con mayor conciencia y mucho más entusiastas. La transformación de la cultura tiene entonces su fundamento en interacciones de comunicación más auténtica, negociaciones generativas y en mantener impecables los compromisos. Esto lleva a empresas  con comunidades más productivas, alineadas, solidarias y confiables, que obviamente nos pueden llevar en últimas a sociedades más confiables. Cuan bien le caería esto a  Colombia.   En el Banco y más específicamente gracias a la Fundación Grupo Social, holding del Banco, encontré mi misión en la vida profesional, alrededor del cierre de la brecha de equidad en Latinoamérica, nuestro peor flagelo. Allí fundamos la Asociación de Empresarios Católicos de Colombia, AEC, en la que reflexionamos sobre la aplicación de los principios de la doctrina social de la iglesia y el evangelio en el ámbito económico y empresarial.  En una segunda vuelta por Carvajal, pude construir un ecosistema de inclusión social y financiera en la República Dominicana, en el que incluimos en 18 meses a cerca del 10% de la población en la Isla. Alcancé el summum de mi juventud profesional como CEO para Colombia en everis, consultora española que con independencia de su tamaño (30.000 empleados y cerca de 1,5 billones de euros de ingresos) tiene la estructura organizacional líquida y es una compañía guiada por su cultura y valores, en los que destaco los de libertad responsable, que la hace la compañía más facultativa que conozco y la generosidad exigente que la llevan cerca de ser una organización de beneficio colectivo. En everis conocí además a Noemí Sanín, inspiradora y mi desinteresada mentora, y con quien en la Fundación everis vimos la iniciativa Transforma España, un llamado a la acción para la sociedad civil, basado en la ética participativa en la que en lugar de victimizarse en los políticos, se asuma la responsabilidad de cada actor en el proceso de construcción de una mejor sociedad. Allí también aprendí sobre las organizaciones exponenciales, logrando crecer la rentabilidad de la firma al 800% anual durante 4 años consecutivos, triplicarla en ventas y mejorar el clima organizacional. En everis aprendí del darwinismo digital y la necesidad de las empresas de adaptarse, si quieren sobrevivir en la nueva economía, idea que perfeccioné en Deloitte donde descubrí cómo convertirse deliberadamente en una organización resiliente. También me convertí en influencer digital, gracias a la invitación que me hizo SAP para acompañarlos con los empresarios mas relevantes de la región en su jornadas de ingreso al mundo digital. En el plano público, tuve la oportunidad de contribuir con la contención de la pandemia del covid-19 desde el Consejo Asesor Digital para el Covid-19 del Gobierno de Colombia y como miembro de la Junta Directiva de la Cámara de la Industria Digital y de Servicios de la ANDI y también como Fundador y Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana para la Experiencia del Cliente aprendí que trabajando en equipo se logran mejores resultados que trabajando aisladamente. Finalmente, llego a la plenitud de mi juventud en mi paso por Deloitte Spanish Latin America como su socio patrimonial en el negocio de consultoría. 

Al vivir al contrario, pasé de ser un ejecutivo del siglo 20 a ser un nativo digital que entiende cómo sobrevivir y ser exitoso en la economía de la abundancia, de la información y de los propósitos de transformación masiva, como es la llamada economía digital. Entendí por qué el 70% de las iniciativas de transformación digital fallan y llegué a desarrollar un marco de referencia de transformación digital de siguiente generación que parte de retar el modelo de negocios en un ejercicio de iluminación estratégica en el que se reescribe el propósito empresarial adecuado al siglo 21, se aterriza en la estrategia, pues contrario a lo que se cree estrategia es lo que se hace y no lo que se piensa, luego se hace innovación abierta en laboratorios digitales y se escala lo que funcione a toda la organización, usando los principios de los métodos ágiles. También descubrí cómo debemos prepararnos como personas para convertirnos en los Humanos Aumentados, aquellos que protagonizarán el cambio de era que nos tocó vivir. Comprendí que para alcanzar la efectividad sostenible en el mundo digital, la clave se encuentra en la construcción de buenas relaciones, que inician con la relación con nosotros mismos a través de la autoestima, el bienestar y la integridad y así lograr desarrollar buenas relaciones con los demás que partan del respeto mutuo, la colaboración y la generación de confianza y con una actitud de humildad lograr el aprendizaje que nos lleve a ser betaholicos, mejorando continuamente y logrando la efectividad futura. 

Viviendo al revés, lo que sigue después de 35 años de trabajo es ir a la universidad. Entendí que tenemos que transformar la educación pues esta no es pertinente de cara al mundo profesional, y aprendí el concepto de life long learning y por eso estudié Ingeniería de sistemas y computación, una especialización en mercadeo estratégico en el CESA donde me gradué con honores, Strategic Sales Management en Kellog, el programa de alta dirección empresarial para Presidentes, PADE en el INALDE y también adelanté estudios de maestría en relaciones internacionales, métodos ágiles y un MBA en los que no opté por el grado.

Luego de la universidad, lo que sigue para mí es ir de fiesta en fiesta, beber alcohol, tener sexo (en mi caso por supuesto con mi amada esposa), sin problemas graves pues he aprendido a vivir un día a la vez, y a ocuparme de los problemas sin preocuparme por ellos y prepararme para mi siguiente etapa que es la de llegar al colegio, en la que pienso hacer amigos para toda la vida como Andrés Méndez, Andrés Franco,  y Rafael Pino mis co -  fundadores en UbankU, así como los 27 integrantes adicionales del equipo, también Carlos Fonnegra, Nicole su esposa, Camilo Fonnegra, Mark Charalambus, Stelios Peristeris, Niko Koutakis, Eduardo Romero y todo el team de Backbone y Mauricio Buriticá y Luis Miguel Zubieta, Co Fundadores de Battleracing los creadores de la categoría Phygital Entertainment & Sports en el Metaverso. En el colegio, me la quiero pasar jugando con mis amigos ya mencionados y aprendiendo de ellos y de profesores tan cracks como los de Newtopia VC, Diego Noriega, Bauti, Mariano Mayer, Sacha sobre cómo se hacen startups que escalen rápidamente y que generen valor a la sociedad del siglo 21. 

Viviendo la vida al revés, aprendí que el liderazgo es la capacidad que todos tenemos de conectarnos a nosotros mismos y conectar a otros con una historia de sentido común, esa que llamamos propósito, que nos entusiasma y nos permite aprender cosas nuevas y lograr honrar aquello que es lo que verdaderamente nos importa en lo profundo de nuestra vida, que es nuestra misión en la misma.

Luego de 55 años de vivir la vida al revés, hoy tomo la decisión y me siento listo para jugar en esta etapa, en la que espero aprovechar mi forma asimétrica de pensar para cruzar los límites intelectuales y prácticos del entorno empresarial y digital y ponerlos al servicio de la democratización de la transformación personal y empresarial para lo digital y así contribuir a la sociedad de Latino América en el cierre de la brecha de equidad, usando mi habilidad innata de conectar los puntos y convertirla en soluciones transformacionales prácticas para personas, startups y empresas de todos los tamaños. Vamos a jugar al tetris, para habilitar, apalancar y mejorar modelos de negocios y ecosistemas a partir de la estrategia y el desarrollo de negocios. Vamos a expandir la caja del pensamiento estratégico, para permitirle a mis compañeros de juego en el colegio, pasar de las oportunidades del ahora a las de siguiente nivel y lograr construir una sociedad más justa, próspera, con oportunidades iguales para todos y en paz. 

Creyendo profundamente que el paradigma del nuevo mundo es el de la descentralización y que este es también el fundamento de la Web3, decidí crear el Augmented Business Consortium, ABC, una organización autónoma descentralizada o DAO, cuyo propósito es la democratización de la transformación digital para personas y empresas y en la que sus miembros (personas y empresas) harán parte de la DAO en un modelo conocido como contribuir para ganar, en el que gozaran de servicios de mi parte y de los demás miembros a descuento y entre todos crearemos un espacio de valor para prestar servicios a terceros y lograr el propósito de la DAO, mientras que aumentamos el valor a través de los token que representarán nuestra participación en la organización y nos permitirán tener un modelo de gobierno democrático y descentralizado con votaciones que deciden el rumbo que debemos tomar. 

Viviendo al revés y por estar en la etapa del colegio, me siento sin ningún tipo de obligación y esperando unos 10 a 15 años más, para llegar a ser bebé y pasarme los últimos 9 meses de mi vida flotando tranquilo, con aire acondicionado, room service y esperando al final abandonar este mundo, en el mejor de los orgasmos.

Si les interesó esta historia al revés o el concepto de la DAO, no duden en contactarme y hacer parte del futuro de la empresa y el trabajo. Bienvenidos al internet del valor.


1 comentario:

  1. Excelente blog Diego. Me encantó la perspectiva de vivir al revés, sobretodo el final. Exítos en tu empresa!. Saludos, Alejandro Santa

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